Hace unos días, platicando con una joven, que acabo de conocer a quien ya considero como una buena amiga, me compartió un video acerca de una canción que se titulaba "La maldición de Malinche". Al ver el video, escuchar la letra de la melodía, me hizo reflexionar, una vez más, sobre México, mi México, el México que solo aquellos mexicanos de verdad saben amar; y me di cuenta de cuanta verdad contenía tal material, sobre todo, porque cuántos "malinches" existen hoy en día en nuestra patria, que más bien, parece prestada.
Al transitar del tiempo, de los años, desde que los españoles invadieron el territorio mexicano, por la ambición de nunca conformarse con lo que se tiene, cuando llegaron a México a conquistarnos, cuantas cosas vergonzosas en nuestra historia han sucedido. He de reconocer que, sirvió de algo pues de lo contrario, hoy no hablase tal idioma y no tuviese oportunidades como las que poseo, pero no quiero reprocharle nada al extranjero, más bien, quiero reprocharle a aquel que desde pequeño, se ha declarado mexicano, pero que acto con acto, ha traicionado a su país, y poco a poco nos ha ido vendiendo con el mejor postor extranjero que se aparezca.
Sin ser tan extenso, qué vergonzoso es ver hoy a gente sin escrúpulos, que nacieron en nuestra tierra, pero que caen idiotizados al ver ojos verdes, cabellos rubios, o mucho dinero acercarse y terminan embelezados por lo que aparentemente no poseemos. Pero, cuan triste es ver que esa belleza se termina cuando vemos, los de alrededor, lo que termina sucedidendo. Malinches, queriendo ser como los vecinos del norte o intentando a prender a hablar como los que se hallan cruzando el charco del oriente, buscando afuera, lo que no hallaron dentro, y si no, vendiendo a los de afuera, lo que nos pertenece a los de adentro. Es esa identidad mexicana, la que va perdiendo su esencia, porque a causa de la desgracia burocrática, cada vez hay más mexicanos cobardes, que avergonzados de su patria, prefieren dar la vida por otra, y no rescatar la dignidad de su tierra con valor y esfuerzo; y es así, como les dejamos el camino libre, a esos ladrones, a esos que venden lo que no les costó porque nadie se los impide.
La canción clama "¡Oh maldición de Malinche!", resultado de la ignorancia de un pueblo que piensa que todo es nuevo, ese pueblo que se despreocupa por conocer su historia, porque le da flojera, y piensa que rendirle culto al extranjero, es la novedad modernista, y creen que así nos irá mejor. No se engañen, ha pasado muchas veces, y solo nos ha traido gran desgracia a nuestro pueblo. No lo creen... ¿Alguien recuerda a Santa Ana?
Por eso, hoy brindo mi más entrañable reconociemiento a todos aquellos que luchan contra la influencias monopólicas, y ese mal, que mientras exista, seguirá destruyendo a nuestra patria.
Les comparto pues el video, para que reflexionen escuchando la canción de "La maldición de Malinche", interpretada por Amparo Ochoa y Gabino Palomares.
Gilberto Esteban Gómez Lara.
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