Hola amigos y amigas que nos hacen el favor de su atención, y quiero dedicar esta entrada a mi buen amigo Diego López V. de quien he rescatado esta sencilla, pero a la vez, penetrante frase: "Ahora tengo que pensar por ustedes también".
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Sucede que a menudo en nuestros trabajos o actividades diarias, encontramos conflictos con las personas con las que se supone nos debemos desarrollar e integrar, no obstante, por rídiculo que esto parezca, puede llegar a ser mortal.
¿Cuántas veces nos ha tocado trabajar en equipo y hemos notado que siempre hay uno que da más y otros que no dan NADA?, ¿Qué tanto les ha pasado que se topan trabajando en un ambiente de mediocridad constante y esto los lleva hasta la más pesada frustración? o lo contrario, algunas otras ocasiones nos sorprenden los demás por el esfuerzo que ellos realizan y nosotros nos quedamos en la medianía.
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¿Que sería lo más propio en estos casos? he intentado de todo cuando se me presenta este tipo de situaciones, desde hacerme de la "vista gorda" hasta poner los puntos sobre las "i" y hablarles de frente para evitar malos entendidos, y saben qué... nada ha funcionado. Al hacer las cosas por los demás sin decirles nada me ha traído muchas frustraciones, desvelos innecesarios y solitarios, ayunos involuntarios, carreras de uno a otro lado y molestar a otras personas para lograr sacar al equipo adelante. Y el día que se me ocurre decirles, aunque algunos notan su fallo, otros optan por el camino más fácil: ofenderse.
Me he puesto analizar la vida, mi vida y la de todos los demás, y sin embargo no he llegado a ninguna conclusión que refrene mi deseo de que todos avancemos al mismo paso, no obstante, la frase aniquiladora que me dio mi buen amigo, no tiene más que pura dosis de verdad. Si de todos modos tenemos que hacer las cosas que otros no hace, pues busquemos el lado más bonito, el menos problemático, un equilibrio entre ambos punto. Suena amenazador y difícil, pero no hay nada que no se pueda lograr.
Sólo se trata de pensar por ellos un poco, buscar la manera en la que se compaginen las cosas y hacer que trabajen, y que estén convencidos de lo que hacen para que todo resulte en armonía. Se imaginan si la vida fuera un barco anclado a la mitad del mundo, y todos tuviésemos una cuerda para jalarlo, y cada uno jalara hacia el lado que se le haga más bonito, les aseguro, que nunca avanzaríamos, es más, eso nos sucede justo ahora. Por eso no avanzamos.
Apliquemos la filosofía Ganar-Ganar, busquemos y definamos cual es el objetivo que nos une y todos trabajemos a partir de ahí, sin fijarnos en cuestiones menos importantes que embriagan nuestra vida, no se dejen teñir por prejuicios que tengan de la otra persona, recuerden que el trabajo siempre será el trabajo, e independientemente de eso, tenemos una vida en la que están las personas a las que amamos y nos aman.
Ademas recuerden: Nunca exijas nada a nadie, podrías evitarte muchas frustraciones, mejor da todo de ti mismo.
Me despido de ustedes deseándoles lo mejor, y si se encuentran alguna vez en su vida en este tipo de situaciones, ya saben que pueden hacer, y también los exhorto, si son de los que están de la otra cara de la moneda, a que cambien, porque todo depende de ustedes mismo.
Victoria Del Val.