Hoy voy a hablar sin saber de
qué, después de tanto tiempo de ausencia es probable que escribir, sea solo un
gesto de locura. Amanecer y sentirse indiferente no es la cosa más grata que pudiese existir, pero vaya cómo tranquiliza
intentar manipular lo que conforma el entorno. Las palabras cuerdas, las ideas
claras y la voz que apela la razón tras de aquella realidad absurda, en esta
ocasión, tal parece que ha desaparecido.
¡Viva México! Gritaron hace unos
días un montón de conocidos bastante desconocidos, yo solamente observaba,
callaba y me disponía prontamente acompañado, a dormir. Siento mucho
compatriotas, la indiferencia que esto me causa pero tal parece que me fue imposible
festejar al margen de un jolgorio ajeno aún para quienes parecen estar felices,
quizá no por una verdadera independencia, sino por un delicioso y pachanguero
puente. En mi absurdo pensar, tanta algarabía me recordó a las fiestas
religiosas que hoy de Dios son muy poco mentoras, pero ah que delicia de tanta
fiesta milagrosa. Sin embargo hoy desperté, y decidí por el momento (que quede muy
claro) no criticar, ya no más… Por hoy estoy harto de criticar, de juzgar y de
estupidecer a medio mundo cuando al gran estúpido, me lo topé hoy por la
mañana, despeinado y con mil modorras encima, cuando me asomé al espejo.
Se me antoja un café, pero no hay
agua caliente.
¡Que viva la falsa autonomía racional!
Hagan caso omiso a una que otra incoherencia por aquí, pero como os dije al
principio, hoy solamente quiero escribir. Y piensa y piensa mi sapiensa ajena,
y solamente hallo extrañezas en todo lo que nos rodea. No criticaré hoy las
cosas absurdas de la vida, que a decir verdad, ya bastante tienen con esta
redacción demasiado absurda.
Amigo lector, yo no sé porqué
pierdes hoy tu tiempo leyendo cosas como estas, pero seguro estoy de que si lo
estás haciendo, es porque la vida en este instante no os ha otorgado mayor
virtud, y has tenido que conformarte en este preciso momento, leyendo las inciertas
estupideces que singlan en la mente de un ocioso que se levantó por la mañana y
no tuvo nada qué hacer. Solamente una cosa os pido, si tienes la oportunidad de
vivir, reir un poco, cantar, escribir, tener un minuto de locura y gritar mil
barbaridades, deja de pensar y solamente ¡hazlo! Hazlo pues no sabemos si
dentro de pocos minutos, habrá oportunidad para intentarlo, disfruta hasta de
las desgracias y rabias, que por lo menos, al vivirlas tendremos una ventaja
sobre los muertos.
Piensa y anda, sin saber porqué,
a muchos suele suceder. Solamente, sonríe, alégrate y vive.
G.E.G.L
G.E.G.L
1 comentario:
Tienes razón y comparto, en esto que mencionas, tu percepción actual de las cosas.
Vivimos ya en una sociedad en la que ya no buscamos información: la información nos encuentra. Una sociedad virtual que usa muchas palabras: pero pocas acciones coherentes.
Al igual que tú, podría explayarme apuntando hacia incoherencias patrióticas como la que mencionas. Pero dejemos que el silencio sea encontrado.
¡Saludos!
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