El tercer escalón de abajo hacia arriba, a la derecha, ahí te espero. Miro desde aquí el camino vacío, hay veces que luce tan estrecho que no creo que logres pasar, otras más me parece tan ancho que me desespera que no llegues. Preparo café mientras vienes, me asomo de tanto en tanto en mi escalón... aún nada. Voy buscando tu sonrisa curva, la imagino abriéndose ante mi mirada, de lado, con la ceja en tu rostro ligeramente levantada.
Te imagino alto, moreno, cabello oscuro, te imagino sereno, rubio y castaño también. Mi obsesión radica en rayar paredes con tu nombre, en superponer rostros a tu cuerpo, en inventarme un mundo de palabras, a conectar tu voz a mis sentidos.
Sueño con ver en tus ojos la calma del mar, no me gusta el mar... me asusta, pero lo imagino en tus ojos, profundo y quieto. Se lo que tú no sabes todavía, se que también me esperas, que me buscas, que has visto mis ojos y te has ido, nadie puede huir de su destino, ni siquiera tú.
Mi obsesión carece de apellidos, te voy escribiendo, te voy sintiendo, te estoy extrañando amor, te espero... cuando llegues.
Victoria Del Val