mayo 25, 2016

Lo conozco.

Vi sus ojos asomarse intempestivamente sobre mi libro. Noté su presencia apearse a mi lado, mientras él juzgaba el material yo lo escrutaba finamente: facciones definidas, labios gruesos, ojos cafés ¡no! ¡caramelos!... como miel tostada.

No tuve a bien reaccionar pronto, imagino todavía la incredulidad de mi rostro, pero no sospeché que giraría sus pies 180 grados en dirección opuesta y se alejaría a toda prisa de mi.

Lo vi 300 veces más, quizás 337, discretamente acomodaba mis ojos sobre la primer línea de mi libro mientras reclinaba mi espalda sobre la silla para tener un ángulo perfecto. Ahí estaba, con su voz de terciopelo, su risa como cascabel y su cabello perfecto. Lo vi tantas veces pero no lo miré...

Pasó el tiempo, no tengo constancia de cuánto, pero el destino forzado un poco por él lo fue acercando a mi vida. Con mil kilómetros de distancia entre cuerpo y cuerpo aprendí a verlo: Observar su alma, la calidez de su corazón y la parsimonia de sus pasos. Conocí su fuego, su chispa él dice, pero yo que lo veo sé qué es mas un incendio.

A veces él teme ¡y no es para menos! la vida en estos últimos días no sabe hacia donde va, pero yo lo conozco, mis ojos han permanecido a dos centímetros de los suyos, mis labios han rozado su boca, y mi corazón se ha refugiado en su pecho. De repente hace frío y es cuando su fuego parece amainar, pero sólo se esconde bajo sus capas de ideas y pensamientos, pero ¡yo conozco su fuego! lo he visto amanecer como él sol entre montañas y dormir brillante entre las aguas siniestras de la mar.



Victoria Del Val

mayo 23, 2016

CUANDO ESTÉS AUSENTE...




Cuando estés ausente aguardaré ansioso pero paciente desde mi recinto, ese que está dentro mí y que ha sido creado para que habites conmigo; pondré aquella canción que me recuerda tu sonrisa y aquellas noches cuando bajo las estrellas caminamos de la mano hasta la puerta de tu casa. Voy a sonreír una vez más mientras una estilográfica dibuja en palabras mi deseo de tenerte cerca, y escribiré sobre la luz de tu mirada, sobre el encanto de tus ojos y sobre la paz que habita entre tus brazos.

Y en los minutos tardíos de mis vigilias recordaré la melodía de tu voz que me reconforta, evocaré tu imagen en mi mente y continuaré constante enamorándome de ti.

Cuando aquí en mi lugar no te encuentres, alistaré con detalle todo; yo y lo que me rodea esperaremos alegres para cundo llegues todo aquí junto conmigo, pueda decir con encanto que 'te amo'.

CON ESTA MANO




¿Ves? ¿Es posible poder describir lo que mis manos sienten? Alguna vez fueron suaves y delicadas. Un poco desafortunadas, con el paso de los años les tocó hacer un sinfín de cosas. Han sentido la dureza de las personas, el desprecio de los privilegiados, la indiferencia de las imposibilidades y la suciedad del desamparo. Sé que no te gustaría ver tus manos así. ¡Te felicito! Algunos tenemos sucias y maltratadas las manos que la vida nos ha concedido; otros van por la calle con ellas limpias y barniz en las uñas… Pero la mugre la llevan dentro del corazón.

¿Quieres saber lo que se siente? Se siente pena, indignación, miseria, desaliento e impotencia. ¿Quién confía en ti si le saludas con manos así? Nadie.

Pero no tengo otras y con ellas tengo que hacer lo posible por existir. Nadie las habrá de acariciar nunca y mucho menos habrá de tomarlas para caminar tomado de ellas. No tienen muchas opciones, pero aún se mueven… ¿No te gustaría darme la mano? Te juro que por dentro también corre sangre líquida, cálida y roja. Sé que me miras desde lejos y no las vas a tocar. Procura lavarte siempre las manos antes de comer y después de ir al baño, como dicen los doctores… Pero lávatelas también después de ofender a los tuyos, tomar lo que no te pertenece, golpear a quien en ti confía o darle la espalda a quien te necesita. 

Mira tu mano…




mayo 05, 2016

LA BATALLA DEL 5 DE MAYO DE 1862

Fuente

No encuentro lo heroico de Puebla:

Según el propio informe de guerra que dio parte el Conde de Lorencez quien comandaba la ofensiva contra México, especialmente contra el gobierno de Benito Juárez; la razón más importante para llegar a Puebla no era el hecho de sitiarla sino simplemente arribar con toda tranquilidad a quien los franceses reconocían como "la ciudad más hostil a Juárez".

Citando literal el informe de Lorencez: "Tal era, señor mariscal, mi situación delante de Puebla, la ciudad más hostil a Juárez, según decían las personas en cuya opinión debía tener fe y que me aseguraban formalmente, en vista de los datos que se hallaban en estado de adquirir, que sería recibido en ella con transportes de alegría y que mis soldados entrarían cubiertos de flores."

La defensa de la soberanía nacional, no era por parte de los poblanos, sino por mexicanos comandados por el general Zaragoza que se había anticipado a la traición de Puebla, en donde apenas un día antes, el 4 de Mayo de 1862, un grupo comandado por Leonardo Márquez había sido derrotado en Atlixco por el general Tomás O’Horan, bajo la órdenes de Juárez, en un intento burdo por unirse a las fuerzas armadas francesas para combatir al ejército mexicano.

Las razones poblanas por demás sobran. Para aquellos primeros años del México independiente, los ciudadanos de este país no se ponían de acuerdo, y divididos en distintos tintes ideológicos, existían grupos que preferían seguir bajo el yugo de una potencia extranjera que la independencia y soberanía mexicana. Estos grupos eran principalmente pertenecientes a la iglesia, el ejército y mexicanos acaudalados de quienes sus intereses se habían visto amenazados por las políticas de reforma que Juárez había impulsado. Puebla estaba, y estuvo siempre (y políticamente aún lo está) cundida de esta clase de mexicanos.

En conclusión, la decisión de defender a México en Puebla, pareciera ser una estrategia indispensable pues de no haberlo hecho, entonces la defensa del país hubiera sido necesario relegarla a la Ciudad de México ya no solamente contra franceses, sino también contra poblanos y uno que otro colado.

Aquí el parte de guerra del invasor:
http://www.biblioteca.tv/…/Parte_del_Conde_de_Lorencez_sobr…